Resumen
Las pruebas de que los seres humanos estamos
provocando el calentamiento global son concluyentes, pero la cuestión de qué se
puede hacer al respecto sigue creando polémica. La economía, la sociología y la
política son factores importantes a tener en cuenta a la hora de planificar el
futuro.
Incluso si dejásemos de emitir gases invernadero
(GEI) hoy mismo, la temperatura de la Tierra aún subiría algo más de medio
grado centígrado. Aun así, lo que se haga a partir de ahora supone una gran
diferencia. Dependiendo de las opciones que tomemos, los científicos prevén que
la temperatura de la Tierra podría aumentar.
Un objetivo que se suele citar al respecto es el de
estabilizar las concentraciones de GEI. Se considera generalmente que de ese
modo se podrían evitar los efectos más dañinos del cambio climático. Las
concentraciones actuales rondan las 380 ppm, lo que significa que no hay mucho
tiempo que perder. Según el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el
Cambio Climático), deberíamos reducir las emisiones de GEI entre un 50% y un
80% de lo que llevan camino de ser durante el próximo siglo si queremos
alcanzar los niveles mencionados
Palabras
claves:
Efecto
invernadero: Subida de la
temperatura de la atmósfera que se produce como resultado de la concentración
en la atmósfera de gases, principalmente dióxido de carbono.
Cambio
climático: es un término
utilizado para referirse al fenómeno del aumento de la temperatura media
global, de la atmósfera terrestre
El aumento de la temperatura media global que se viene constatando en
este siglo y que continuaría en los próximos decenios, preocupa al mundo científico
y genera inquietudes en los más diversos ámbitos.
El hecho en sí no merecería
mayor atención si no fuera por las eventuales consecuencias sobre el clima. Y a
partir de éstas sobre la producción de alimentos, la salubridad mundial, la
economía en general y aún las presiones migratorias Debido a la incertidumbre
sobre el alcance de tales efectos -que podrían adquirir proporciones
apocalípticas- los esfuerzos se dirigen actualmente a inferir la localización,
la cronología y la intensidad probable de los cambios climáticos. Esto es
necesario a fin de guiar las decisiones políticas adecuadas para evitar,
mitigar o paliar de alguna manera sus consecuencias negativas.
A las incertidumbres prevalecientes en cuanto al clima, se suman las
relativas a la evolución de la población, las producciones de alimentos,
energía y otros bienes, la deforestación, la extinción de especies, los avances
de la tecnología, etc.
Todos
estos aspectos están relacionados entre sí y con el clima
El interés científico
actual se dirige principalmente a develar el efecto del calentamiento global
sobre las alteraciones climáticas regionales y sus consecuencias ecológicas. Es
decir los efectos sobre la vida vegetal, animal y la humana en definitiva:
pluviosidad, temperatura, humedad, erosión, nivel del mar, cubierta vegetal,
adaptación de las especies, cadenas
tróficas, etc.
1.1.
Objetivos
Objetivo general
·
Identificar los elementos que producen el
efecto invernadero y los problemas que
produce en el ámbito universal, tanto en los ecosistemas de
orden permanente como en el actual.
2.1 Gases de efecto invernadero
Las
modificaciones climáticas son procesos naturales que a lo largo de 4.600
millones de años han provocado que la tierra sufra una serie de fluctuaciones
climáticas tales como el incremento de la temperatura en la era Mesozoica y las
glaciaciones producidas en el Pleistoceno. Estas modificaciones obedecieron a
procesos naturales de la Tierra; sin embargo, en el último siglo las
variaciones climáticas se han incrementado debido a la sobre acumulación de los
Gases de Efecto Invernadero (GEI)
Hablar de
gases de efecto invernadero nos lleva a pensar en problemas ambientales y de la
salud humana, sin embargo, la importancia de estos gases va más allá.
Los GEI son esenciales para
la vida en la Tierra, pues hacen que parte del calor emitido por el sol quede
atrapado manteniendo una temperatura media global de 15º C en lugar de -18º C,
pues absorben el calor generado por el sol (fotones infrarrojos), reteniéndolo
dentro de la atmósfera, generando lo que se conoce como “Calentamiento Global” (Kelly, 1996).
El
problema actual se ha generado por la exagerada presencia de estos gases,
ocasionando el aumento de la temperatura del aire y de la superficie terrestre
más allá de los niveles normales. Desde la revolución industrial (finales del
siglo XIX) los GEI se han incrementado en forma significativa, y en algunos
casos, como el Dióxido de Carbono (CO2), este incremento ha superado lo
acumulado en los últimos 20 millones de años.
2.2 Efecto invernadero
La troposfera es la parte baja de la
atmósfera, de 10 a 15 kilómetros de ancho. Dentro de ella hay gases llamados
gases invernadero. Cuando la luz del sol alcanza La Tierra, una parte es transformada en
calor. Los gases invernadero absorben parte del calor y lo retienen cerca de la
superficie terrestre, de forma que La Tierra se calienta. Estos gases
representan sólo aproximadamente el 1% de la atmósfera, pero son como una
especie de manta que rodea a la Tierra o como el tejado de cristal de un
invernadero: retienen el calor y mantienen el planeta unos 30°C más caliente
que si no existieran. A este proceso se le denomina efecto invernadero.
La vida tal y como la conocemos existe
únicamente gracias a este efecto invernadero natural, porque este proceso
regula la temperatura de La Tierra. Cuando el efecto invernadero no exista,
toda La Tierra se cubrirá de hielo.
Desde el inicio de la revolución industrial en 1850, los procesos humanos han estado provocando emisiones de gases invernadero, tales como clorofluorocarbono (CFC) y dióxido de carbono. Esto ha
causado un problema ambiental: la cantidad de gases invernadero ha aumentado
tanto, que el clima terrestre está cambiando porque las temperaturas están
aumentando. Esta adición anti-natural al efecto invernadero es conocida como
calentamiento global. (Luís Hernández, Efecto Invernadero Terrestre", 2000)
Según estimaciones basadas en modelos climáticos elaborados por ordenador, la temperatura
mundial media aumentará entre 1,4°C y 5,8°C para el año 2100. En él siglo
pasado se registró un aumento de la temperatura de 0,6°C. Bastará una pequeña
subida de la temperatura para que se produzcan cambios climáticos, que se harán
patentes, por ejemplo, en la cobertura de nubes, las precipitaciones, las
pautas de los vientos y la duración de las estaciones. En un mundo superpoblado
y sometido a estrés, millones de personas dependen de que los factores
atmosféricos, como las precipitaciones de los monzones, continúen igual que en
el pasado. Los cambios serán, en el mejor de los casos, difíciles y
perturbadores. (Einke, 1999)
Figura. 2.1
Fuente: http://www.monografias.com/
El vapor de agua, el dióxido de carbono (CO2) y el gas metano forman una capa natural en la atmósfera terrestre
que retiene parte de la energía proveniente del Sol. El uso de combustibles
fósiles y la deforestación ha provocado el aumento de las
concentraciones de CO2 y metano, además de otros gases, como el óxido nitroso,
que aumentan el efecto invernadero.
Figura 2.2
Fuente: http://www.monografias.com/
La superficie de la Tierra es
calentada por el Sol. Pero ésta no absorbe toda la energía sino que refleja
parte de ella de vuelta hacia la atmósfera.
Figura. 2.3
Fuente: http://www.monografias.com/
Alrededor del 70% de la energía solar
que llega a la superficie de la Tierra es devuelta al espacio. Pero parte de la
radiación infrarroja es retenida por los gases que producen el efecto
invernadero y vuelve a la superficie terrestre.
Figura 2.4
Fuente: http://www.monografias.com/
Como resultado del efecto invernadero,
la Tierra se mantiene lo suficientemente caliente como para hacer posible la
vida sobre el planeta. De no existir el fenómeno, las fluctuaciones climáticas
serían intolerables. Sin embargo, una pequeña variación en el delicado balance
de la temperatura global puede causar graves estragos. En los últimos 100 años
la Tierra ha registrado un aumento de entre 0,4 y 0,8ºC en su temperatura
promedio. (Luís Hernández, Efecto Invernadero Terrestre, 2000).
2.4 Causas del efecto
invernadero
Los gases
responsables de este efecto son principalmente el dióxido de carbono y el
metano. Estos gases, junto a otros, han existido desde los orígenes de la
Tierra. Pero su presencia en la atmósfera empezó a multiplicarse durante la
Revolución Industrial, momento en el que los avances tecnológicos obligaron al
uso de combustibles fósiles. A partir de entonces, esta dinámica no ha hecho
más que incrementarse, alcanzando un 35% más de dióxido de carbono que en los
niveles pre-industriales.
La
dependencia casi total de un modelo energético basado en el carbón, el gas y el
petróleo nos está conduciendo a unas alteraciones en el clima de efectos
desastrosos para la vida en el planeta. Las
emisiones de gases aumentan en torno al 0,4% anual y seguirán haciéndolo
si no modificamos nuestro abastecimiento de energético. El 80% de la energía
que se utiliza en España proviene de combustibles fósiles, y casi toda ella es
importada. Si seguimos con esta tendencia estaremos alentando una situación
insostenible y cambios irreversibles sobre el clima. Debemos revisar nuestro
modelo energético, apostar por las energías renovables y gestionar mejor
nuestros recursos energéticos. (McIlveen, 1986.)
2.5 Consecuencias del efecto invernadero
Las
consecuencias del efecto invernadero ya se dejan ver y provocan consecuencias
terribles, sobre todo en las zonas más pobres del planeta.
- Deforestación
- Desertificación
- Inundaciones
- Huracanes, tifones
- Sequía
- Fusión de los casquetes polares (Kaufmann, 1991)
- El vapor de agua, el más abundante y funciona como un gas que actúa en retroalimentación con el clima, a mayor temperatura de la atmósfera, más vapor, más nubes y más precipitaciones.
- Dióxido de carbono (CO2), un componente menor, pero muy importante de la atmósfera. Se libera en procesos naturales como la respiración y en erupciones volcánicas y a través de actividades humanas como la deforestación, cambio en el uso de suelos y la quema de combustibles fósiles. Desde el inicio de la Revolución Industrial (aproximadamente 1760) la concentración de CO2 ha aumentado en un 43%
- Metano, un gas hidrocarburo que tiene origen natural y resultado de actividades humanas, que incluyen la descomposición de rellenos sanitarios, la agricultura (en especial el cultivo de arroz), la digestión de rumiantes y el manejo de desechos de ganado y animales de producción. Es un gas más activo que el dióxido de carbono, aunque menos abundante.
- Óxido nitroso, gas invernadero muy poderoso que se produce principalmente a través del uso de fertilizantes comerciales y orgánicos, la quema de combustibles fósiles, la producción de ácido nítrico y la quema de biomasa.
- Los Clorofluorocarbonos (CFC), son compuestos sintéticos de origen industrial que fueron utilizados en varias aplicaciones, ahora ampliamente regulados en su producción y liberación a la atmósfera para evitar la destrucción de la capa de ozono. (Erickson, (1992))
Figura. 2.5
EL ozono es
un gas cuyas moléculas están formadas por tres átomos de oxígeno (O3), uno más
que las moléculas de oxígeno que respiramos. La capa de ozono se fue engrosando
a medida que fue aumentando la cantidad de oxígeno. Esto es así porque su
formación se debe a reacciones químicas entre el oxígeno y los rayos
ultravioletas.
En la
atmósfera, el ozono se concentra en una estrecha franja de la estratosfera,
entre los 20 y 40 kilómetros de altura, formando la llamada capa de ozono, un
elemento decisivo para la vida en el planeta. En efecto, la capa de ozono es
para los seres vivos como un paraguas protector frente a los peligrosísimos
rayos ultravioletas. Si estas radiaciones alcanzaran la superficie terrestre
sin pasar por el filtro del ozono, causarían entre otros muchos efectos
dañinos, la destrucción del fitoplancton, base de todas las cadenas
alimentarias del océano, por lo que peligrarían todos los organismos marinos;
en el hombre, la radiación ultravioleta causaría un debilitamiento general del
sistema inmunológico, importantes daños en la vista, y un aumento de casos de
cáncer de piel. (G. Tyler Milar, 2002)
Algunos de
los gases que producen el efecto invernadero, tienen un origen natural en la
atmósfera y, gracias a ellos, la temperatura superficial del planeta ha
permitido el desarrollo de los seres vivos. De no existir estos gases, la
temperatura media global sería de unos 20ºC bajo cero, el lugar de los 15ºC
sobre cero de que actualmente disfrutamos. Pero las actividades humanas
realizadas durante estos últimos siglos de revoluciones industriales, y especialmente
en las últimas décadas, han disparado la presencia de estos gases y han añadido
otros con efectos invernadero adicionales, además de causar otros atentados
ecológicos.
Es un hecho
comprobado que la temperatura superficial de la Tierra está aumentando a un
ritmo cada vez mayor. Si se continúa así, la temperatura media de superficie
terrestre aumentara 0,3ºC por década. Esta cifra, que parece a simple vista no
excesiva, puede ocasionar, según los expertos grandes cambios climáticos en
todas las regiones terrestres. La década de los años ochenta ha sido la más
calurosa desde que empezaron a tomar mediciones globales de la temperatura y
los científicos están de acuerdo en prever que, para el año 2020, la
temperatura haya aumentado en 1,8ºC. (Becker, 1997)
El clima en
la Tierra es muy difícil de predecir, porque existen muchos factores para tomar
en cuenta: lluvia, luz solar, vientos, temperatura… Por eso, no se puede definir
exactamente qué efectos acarreará el Calentamiento Global. Pero, al parecer,
los cambios climáticos podrían ser muy severos.
Una primera
consecuencia, muy posible, es el aumento de las sequías: en algunos lugares
disminuirá la cantidad de lluvias. En otros, la lluvia aumentará, provocando
inundaciones.
Una atmósfera
más calurosa podría provocar que el hielo cerca de los polos se derritiera. La
cantidad de agua resultante elevaría el nivel del mar. Un aumento de sólo 60
centímetros podría inundar las tierras fértiles de Bangladesh, en India, de las
cuales dependen cientos de miles de personas para obtener alimentos. Las
tormentas tropicales podrían suceder con mayor frecuencia. (Hougton, 1992)
Si la Tierra se calentar, los
glaciares de las montañas y los casquetes del hielo del polo Norte y de la Antártida se fundirían. Si no se para de calentamiento en
general el nivel del mar puede subir entre 20 y 40 cm a principios del siglo viniente, y luego aumentara aún más.
Un incremento minúsculo del nivel del mar podría tener
consecuencias catastróficas, especialmente por algunos países. Holanda, por
ejemplo, ha ganado gran parte de su territorio a las aguas y muchas zonas se
encuentran por debajo del nivel del mar. Si el agua subiera inundaría todos
estos territorios o bien obligaría el país a construir unos diques de
contención que representarían un gasto muy elevado. Las islas Maldivas, al
océano Indico, también se encuentran a un nivel muy bajo. Solo que el mar
subiera un metro, las islas desaparecerían por debajo de las aguas. Si el
aumento del nivel del mar fuera 4 y 8 metros, las consecuencias serían aún más
catastróficas. (Gore, 2005)
Todos los habitantes de este planeta,
estamos obligados a tomar medidas para detener el cambio climático y el aumento
del efecto invernadero. Aunque las grandes decisiones, tomadas por los
gobiernos de los países, son fundamentales, hay muchas formas de ayudar a la descontaminación
que están a nuestro alcance.
- Hemos de dejar de utilizar los CFC. Podemos sustituir los aerosoles, la fuente principal de estos gases, por pulverizadores que no perjudiquen el medio ambiente. También podemos encontrar métodos para reciclar o destruir los CFC que provienen de otras fuentes.
- El metano procedente de los excrementos del ganado se puede reciclar en una planta química para producir energía.
- Podemos plantar un árbol.
III. Conclusión
La única defensa razonable ante el cambio climático es la
reducción drástica de emisiones de dióxido de carbono cambiando el sistema
energético y por tanto el económico, renunciando a la devoradora filosofía de desarrollo sin límites.
Sin embargo, no es menos cierto que la satisfacción de
las necesidades básicas del Tercer Mundo, formado por el 80% de la humanidad y
donde tiene lugar el 90% del aumento de población, conlleva un crecimiento de la demanda energética.
Diversas actividades humanas contribuyen a la emisión de
dióxido de carbono gaseoso, de esas actividades, la combustión de combustibles fósiles para la generación de energía
provoca alrededor del 70-75% de las emisiones de dióxido de carbono. El resto
del 20-25% de las emisiones es provocada por las emisiones de los tubos de
escape de los vehículos.
Todos los habitantes de este planeta, estamos obligados a
tomar medidas para detener el cambio climático y el aumento del efecto
invernadero. Aunque las grandes decisiones, tomadas por los gobiernos de los
países, son fundamentales, hay muchas formas de ayudar a la descontaminación que
están a nuestro alcance.
IV. Recomendaciones
·
Reducir el uso de
combustibles fósiles y aumentar el uso de energías renovables.
·
Mejorar la eficiencia y la
diversificación energética, seguir una política de desarrollo sostenible
·
Deben adoptarse medidas para
limitar los daños debidos a consecuencias del calentamiento mundial que son ya
inevitables.
·
Aplicación del Desarrollo
Sostenible (el
desarrollo económico con la preservación del medio), con la finalidad de
garantizar la calidad de vida tanto de las generaciones actuales como de las
futuras.
Bibliografía
Becker, D. (1997). Global Warming Central: Debate number
three. Obtenido de http://www.law.pace.edu.
Einke, J. G. (1999). Ingeniería
Ambiental. Obtenido de http://www.es.wikipedia.org
Erickson, J. ((1992)). El
Efecto Invernadero. El desastre de mañana. Obtenido de
Mcgraw-Hill/Interamericana de España S.A.
G. Tyler Milar, J.
(2002). Ciencia Ambiental. Obtenido de http://www.monografias.com
Gore, A. (2005). Máxima
velocidad de aumento del nivel del mar en 150 años. Obtenido de
www.neofronteras.com
Graedel,
T. &. (1993). Atmospheric change. An Earth System perspective. Freeman,
N. York. Obtenido de es.wikipedia.org/wiki/Gas_de_efecto_invernadero
Hougton, J. C. (1992). The
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Press. pp.
Kaufmann, W. J. (1991).
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www.cambioclimaticoglobal.com/bibliogr.html
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Luís Hernández, J.
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Luís Hernández, J.
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McIlveen, J. R.
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http://cambioclimaticoglobal.com/
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